lunes, 22 de diciembre de 2008

50 años compartidos

Este año, en mayo, mis padres cumplieron 50 años de matrimonio, han celebrado sus bodas de oro.
Mis hermanos y yo (que soy la mayor) estuvimos hablando sobre qué hacer para la celebración: una comida especial con toda la familia en un restaurante agradable, algunos regalos, un viaje... También lo hablamos con ellos para saber qué preferían, que, para eso, eran los protagonistas. La comida todos juntos sí les hacía ilusión, pero no querían ningún viaje como regalo.
Por diversas circunstancias, la comida no se celebró el día del aniversario, sino que tuvimos que aplazarla. La hicimos en un buen restaurante situado en las afueras de Jaén con unas vistas estupendas y un bonito entorno. Todo resultó muy bien, ellos estaban contentos y emocionados. Los tres hijos les regalamos un reloj de pulsera a cada uno, las hermanas de mamá una placa grabada y los nietos les hicieron unos bonitos dibujos dedicados.
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Para la ocasión les escribí una felicitación en verso que les leí en nombre de los tres hermanos y les entregué impresa en papel y decorada con una orla. El primer verso, que se repite en todas las estrofas lo copié del anónimo Romance del prisionero, lo demás es de mi propia cosecha. A continuación la transcribo suprimiendo algunas de las estrofas que citan detalles personales. Posteriormente, con el texto del poema e incluyendo algunos dibujos y fotografías de ellos, de la familia y de los lugares donde se casaron y vivieron, elaboré una presentación en powerpoint con música, que me llevó bastante tiempo preparar y que les gustó mucho cuando la vieron este verano.
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Ahora, cuando el año 2008 llega a su fin, quiero dedicar esta entrada a mis padres, volver a felicitarlos por estos 50 años de vida en común y agradecerles sus enseñanzas, su ejemplo, su cariño y todos sus esfuerzos y sacrificios por nosotros. Porque… nos sentimos muy orgullosos de ellos.
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A Mamá y Papá

CINCUENTA MAYOS
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Que por mayo era, por mayo,
cuando sellaron su amor
y hace ya cincuenta años,
volando el tiempo pasó.
Un dieciocho de mayo
se casaron ellos dos
y del brazo comenzaron
la vida en común unión.
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Que por mayo era, por mayo,
vestidos para la ocasión,
papá y mamá se casaban
rodeados de ilusión
tan elegantes y guapos
ante los ojos de Dios
y con toda la familia
reunida a su alrededor.
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Que por mayo era, por mayo,
cuando se miran los dos
con cariño y con respeto,
recuerdan con emoción
los momentos más felices
que hubo en su relación
y las distintas etapas
que la pareja superó.
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Que por mayo es, sí, por mayo,
¡cómo el tiempo nos cambió!
crecimos, corrieron los años,
y cada hijo siguió
su camino en los estudios,
la profesión y el amor
y desarrolla su vida
en distinta población.
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Que por mayo es, sí, por mayo,
¡sigue corriendo el reloj!
Cuando las fuerzas flaquean,
vino otra satisfacción:
la llegada de tres nietos,
tres, que brillan como el sol,
contagiándoos energía,
alegría e ilusión.
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Que por mayo es, sí, por mayo,
vuestras bodas de oro son,
cumplís los cincuenta años
en esta celebración.
Hoy vuestros hijos y nietos,
le damos gracias a Dios
y, contentos, le pedimos
un deseo de corazón:
que sigáis por muchos años
compartiendo vuestro amor.
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La foto es mía, se la hice a mis padres este verano.
El dibujo y la tarjeta los encontré en la red buscando imágenes de bodas de oro.
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¡Que la suerte y la felicidad os acompañen en el año 2009!
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Nos reencontramos después de las fiestas, pues voy a estar "conectada" con la familia, pero "desconectada" de esta comunidad bloguera de amigos y amigas.
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martes, 16 de diciembre de 2008

Montar el belén

- ¿Recuerdas, abuela, cómo celebrabas la navidad cuando eras niña?
- Claro, lo pasábamos muy bien. Por la tarde, nos juntábamos con los primos y los amigos para cantar villancicos con nuestras panderetas y zambombas por las casas de todo el barrio. Para la cena, nos reuníamos toda la familia en casa de mis abuelos y de postre había dulces de navidad, lo que más me gustaba era el mazapán y las peladillas.
- ¡Qué bien...! ¿Y qué más hacías? Cuéntame, abuela...
- Unos días antes de que llegaran las fiestas, todos los hermanos íbamos con papá al campo y recogíamos piedras, arena, ramitas y un poco de musgo para montar el belén en casa.
- ¿El belén? ¿Y cómo lo hacíais?
- Mamá sacaba con mucho cuidado las figuras de barro de la caja donde las guardaba entre paja y papel de periódico. Papá colocaba en un rincón de la sala sobre dos taburetes una tabla grande, la cubría con plástico y unas telas viejas y empezaba a echar encima la arena… entonces, mis hermanos ponían las piedrecitas, las ramas,… y yo hacía un río con el papel de plata de una tableta de chocolate. Después, papá situaba al fondo el castillo y el molino, a un lado algunas casitas y en el lugar principal el portal. Mamá nos dejaba colocar a cada uno dos o tres figuras y los animalitos: ovejas, vacas, gallinas, patos… y ella se encargaba de poner a san José, la Virgen y el Niño y, ¡ya estaba terminado nuestro nacimiento! Tardábamos dos o tres tardes, pero siempre nos quedaba muy bonito.
La chiquilla mira a la abuela con los ojos muy abiertos y la escucha ensimismada. Todo esto es nuevo para ella. Ha pasado las navidades de los cinco años anteriores en Londres donde vivía con sus padres hasta hace sólo unos meses que regresaron de nuevo a España. Sus ojos brillan de emoción y con una inocente sonrisa pregunta:
- ¿Crees que papá y mamá me dejarían montar un belén en casa? ¿Me ayudarías a hacerlo, abuela?
- ¡Claro, pequeña! Me encantará. Estoy deseando que empecemos...
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Fotos propias. Belén realizado por las madres de la asociación del colegio.

A todas las personas que siguen manteniendo vivas estas hermosas tradiciones.

¡Feliz Navidad a todos!

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lunes, 8 de diciembre de 2008

Ser agradecida (II)

Como ya contaba en una entrada anterior (Ser agradecida I), hace ya varios meses sufrí un accidente laboral... del que me encuentro prácticamente recuperada. Ahora que ya puedo hacer casi todo igual que antes de la caída, aunque con ciertas dificultades o limitaciones y con menos rapidez, es un buen momento para reflexionar sobre las vivencias de estos últimos meses.
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No sé muy bien cómo explicar la sensación de no poder hacer prácticamente nada por mí misma, de necesitar continuamente tener al lado a alguien para ducharme, vestirme, incluso para comer las dos primeras semanas que tuve las dos manos inmovilizadas. Sentirte indefensa, totalmente dependiente de los demás, es duro, te das cuenta cuando te pasa algo así.
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Por suerte, mi familia estuvo ahí y me dio su apoyo, su compañía, su ayuda, desde el primer momento, demostrándome su cariño. Mi esposo, que además de cuidarme, acompañarme a las consultas y llevarme a pasear, tuvo que cargar él solo con todas las faenas de la casa, la compra, la comida,… Mi hermana, que se quedó varias noches en el hospital y ella y mis padres, que pasaron dos temporadas conmigo en casa para ayudarme en lo que necesitara. Mi hermano, que vino a verme y a traer a mis padres desde Jaén y me llamaba casi a diario porque el trabajo y los niños (mis sobrinos) no le permitían venir más veces hasta aquí. Mis tías, mis primas, mi cuñada, mis sobrinos… el resto de mis familiares, que me llamaban a mí o a mis padres a menudo para saber cómo estaba.
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También tuve cerca a unas buenas amigas y a la mayoría de mis compañeras y compañeros del colegio que me visitaron en el hospital o en casa y me llamaron por teléfono. Se preocuparon e interesaron por mí todos mis alumnos y alumnas, muchas de sus madres y algunos de sus padres.
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En fin, que me sentí muy arropada y rodeada de cariño, por lo que estaba bastante bien de ánimo, a pesar de las circunstancias.
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En junio, pasados tres meses de la caída, escribí la carta siguiente para agradecer con palabras el interés, la preocupación y el cariño mostrado hacia mí por mis compañeros, por mis alumnos, por las madres y por todo el personal del colegio... en este tiempo. Porque… “Es de bien nacidos, ser agradecidos” como dice el refrán.
Hoy quiero hacer extensivo este agradecimiento también a algunos antiguos compis y a las compañeras y compañeros de otros colegios de la localidad que se han interesado por mi salud y mi evolución.

CARTA DE AGRADECIMIENTO

Queridos alumnos y alumnas, compañeros maestros y maestras, madres, padres, y demás personal que formáis parte del colegio:
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Para mí este curso ha sido algo distinto, yo diría que “especial” debido a las circunstancias acaecidas, pero el balance que hago es positivo.
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Quiero dar las gracias a todas las personas del colegio que os habéis preocupado por mí, por mi estado de salud y de ánimo y por mi evolución en estos meses desde mi caída accidental. A los que me visitasteis en el hospital o en casa, a los que me llamasteis por teléfono, a los que le preguntabais a mi familia, a mis amistades o en el cole,…
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Gracias por el apoyo y el cariño que me habéis mostrado, porque eso, el sentirme querida, ha contribuido a mi recuperación tanto como la operación, el tratamiento y las sesiones de rehabilitación.
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Gracias, de corazón.
Luisa M. Xxxxxxx
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Ya expresé también mi agradecimiento a los profesionales que me han atendido en este tiempo en un poema (Manos que curan)...

Pero me faltaba agradecer sus desvelos a mis seres queridos, a mi entorno más próximo, de alguna forma especial y es lo que intento hacer en esta entrada.

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A mi familia le quiero decir: “GRACIAS por ser como sois, por estar ahí cuando os necesitaba, por vuestra ayuda y por vuestro cariño y mandarles un gran abrazo y dos regalos:

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1) estos versos de Pablo Neruda (son varias estrofas de su poema “Prohibido”)

Queda prohibido llorar sin aprender,

levantarte un día sin saber qué hacer,

tener miedo a tus recuerdos.

Queda prohibido no sonreír a los problemas,

no luchar por lo que quieres,

abandonarlo todo por miedo,

no convertir en realidad tus sueños.

Queda prohibido no demostrar tu amor,

hacer que alguien pague tus dudas y mal humor.

… … … … … … …

Queda prohibido no buscar tu felicidad,

no vivir tu vida con una actitud positiva,

no pensar en que podemos ser mejores,

no sentir que sin TI este mundo no sería igual.

Pablo Neruda

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2) la canción “Gracias a la vida de Violeta Parra.

(Pinchar en el título para escucharla en voz de Mercedes Sosa, es un enlace a YouTube.

Pinchar para ver sólo la letra de la canción.)

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Por último, a mis amigos y amigas de esta comunidad bloguera que he conocido y encontrado en la travesía de estos meses en el blog me gustaría daros también las gracias porque habéis ayudado a mi recuperación y mejorado mi estado de ánimo, mi autoestima, mi confianza en los demás, con vuestros comentarios y con los textos publicados en vuestros blogs.

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sábado, 29 de noviembre de 2008

Alquilar o vender, más difícil cada vez










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No hay más que dar un paseo por las calles de la localidad para descubrir uno tras otro la gran cantidad de carteles de diferentes tamaños y tipos de letras que anuncian las casas, dúplex, pisos, apartamentos, locales y plazas de garaje que están en alquiler o en venta. En unos se indica un teléfono particular, en otros el de una empresa inmobiliaria. Hay para todos los gustos…
¿Una consecuencia de la crisis inmobiliaria? ¿o de la crisis económica que afecta a los propietarios de las viviendas? ¿o de ambas?


Parece que, tan mal andan las cosas, que, para tratar de vender o de alquilar, se aguza el ingenio y podemos encontrar rótulos y carteles en extraños o, cuando menos, curiosos lugares.










Y, hablando del tema, ...

Hace unas semanas, sentada en la terraza de una cafetería, escuché este diálogo entre dos hombres en una céntrica calle peatonal del pueblo:
- Hola, quillo. ¿Qué paza? M´alegro verte.
- ¿Cómo estás, Juan? Yo también me alegro.
- Tás perdío, ehn?
- Bueno, la verdad es que hace unos meses que no venía por el pueblo.
- Tás mú bien y mú elegante, te irá tó fenómeno…
- No me puedo quejar, tengo un buen trabajo, un buen sueldo y viajo mucho, aunque tenga que vivir tan lejos de esta costa donde me crié. ¿Y tú, qué tal te ha ido el verano? ¿Habrás ganado tu buen dinerito con los alquileres, no?
- Pó de dinero, poco, quillo, que la cosa ejtá mú mala y ná máh quemos arquiláo el piso en agosto, en julio, ná y setiembre, vacío, y asín sigue.
- ¡No me digas! ¿Tanto se está notando ya por aquí la crisis?
- ¡Asín es! Y eso que hacimos un puñáo de carteles pá pegarlos por tóas las parés…
- Buena idea la de los carteles, hay que anunciar el producto para conseguir clientes. ¿Quién te los hizo?
- Quillo, pueh… yo mismo... y aluego hacimos fotocopias d´esas. Mira, toavía hay uno en la paré denfrente, al láo de…
- ¿Ése de ahí? Perdona, hombre, y no te enfades si te lo digo, pero con una publicidad así no me extraña que el piso se te quedara vacío. Si, ni siquiera, indicas un teléfono de contacto, y, lo peor, tienes dos errores ortográficos garrafales. Tenías que haber pedido ayuda a alguien… que te lo escribiera, con mejor presentación y sin faltas. Una época difícil para los alquileres y, encima tú, lo pones más difícil aún con estos “cartelitos cutres”… Bueno, ya no tiene remedio, pero para los próximos, tenlo en cuenta, hay que modernizarse, para ser más competitivo.
- ¿Y por qué no me loh haceh tú, quillo? Que tú tieneh estudioh y lo hará mú requetebién. Te envito a una cerveza en el bar de la esquina pá seguí hablando.
- Pues, lo siento, ahora no puedo, tengo bastante prisa. Toma mi tarjeta y me llamas mañana…
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Todas las fotos son propias y están realizadas en mi localidad de residencia.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Ser agradecida (I)

Hace ya varios meses sufrí un accidente laboral, una estrepitosa caída que me causó varias lesiones y una grave fractura en un brazo de la que todavía estoy recuperándome, aunque ya he vuelto a incorporarme al trabajo habitual y, poco a poco, a mi vida “normal”.

Durante este tiempo, tuve que permanecer ingresada en el hospital varios días, ser intervenida quirúrgicamente en dos ocasiones, acudir a consultas de traumatología y de médico de familia, asistir periódicamente a curas de enfermería y recibir muchas, muchas sesiones de rehabilitación…
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Para agradecer con palabras el esfuerzo, la dedicación y el buen trato recibido por parte de los y las profesionales que me han atendido escribí el poema siguiente.
Hasta ahora, sólo lo había leído mi fisioterapeuta, a la que le he regalado una copia con una dedicatoria personal. Hoy quiero hacer público este agradecimiento desde aquí.

A los buenos profesionales de la medicina, cirugía, enfermería, fisioterapia… que entregan lo mejor de sí mismos y curan a sus pacientes con su sabiduría, su saber hacer y… con sus manos.

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MANOS QUE CURAN

Pulso firme, mano diestra,
de experiencia muchos años.
Tris, tras, tris, con el bisturí,
vestido de verde menta
al quirófano llegó…
El artista cirujano.

Pulcra higiene, mano suave,
trato amable y sonriente.
Tras, tris, tras, en el hospital,
con antiséptico y gasa,
con tijeras y con vendas,
a la consulta viene ya…
La enfermera eficiente.

Masaje duro, palabras tiernas,
mano cálida y segura.
Flexiones y estiramientos
con pelota, disco y pesas,
y con técnicas modernas,
un completo tratamiento.
Tris, tras, tris; ya está aquí
tras, tris, tras; en la clínica está…
La excelente fisioterapeuta.

Dedos jóvenes y expertos,
manos que saben curar,
tratando huesos y músculos
solamente con tocar
con suavidad o con fuerza
según la necesidad
o manejando con pericia
delicado instrumental.
Tras, tris; tris, tras;
qué gran profesional.

Con un don extraordinario
y una habilidad especial,
con una voz que transmite
confianza y seguridad.
Factores fundamentales
para lograr la curación
y la recuperación completa
por grave que sea la lesión.
En un tris, tras; en un tras, tris.
De corazón, gracias mil.

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Luisa M.

Fotos propias: 1) y 2) las manos de mi fisioterapeuta tratándome el brazo.
3) mi mano dando forma a un corazón.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Motivos que me hacen feliz

La genial Freia (con permiso de la señora condesa) de Variaciones Goldberg me ha enviado un meme. Es el primero que recibo de este tipo, se lo agradezco y lo acepto con gusto por tratarse de ella y porque me parece interesante reflexionar sobre qué seis cosas sin importancia me hacen feliz. Allá va:

REGLAS DEL MEME:
1) Enlazar a la persona que lo envía.Ya está enlazada.

2) Enumerar seis cosas sin importancia que nos hagan felices.
Prefiero llamarlas cosas sencillas o pequeñas. Las mías son:

Me hace feliz:
-Saborear un café cremoso, calentito y en taza, mientras converso con alguien a quien quiero.
-Encontrarme la comida (o la cena) lista y como me gusta cuando llego del trabajo o estoy cansada.
-Mirar despacio las fotos de mis sobrinos buscando la mejor o la más graciosa.
-Encontrar en el buzón una carta, una postal o una felicitación de navidad escrita a mano.
-Recibir la llamada de una amiga para felicitarme en mi cumpleaños, (¡anda! ¡se acordó!).
-Conseguir expresar mis sentimientos o emociones en un poema.

3) Hacer constar las reglas.
Aquí las hago constar.

4) Elegir a seis personas que continúen el desafío.
¡Uuuy, lo más difícil! ¿A quién se lo mando? En esta ocasión les ha correspondido a seis amigos blogueros:
A Manuel de la Rosa de La distancia no es el olvido
A Pedro Escudero de La acequia
A Cornelivs de Diario de Cornelivs
A Juan Luis de Se buscan lectores
Yo os lo envío con todo cariño, pero cada uno es libre de aceptarlo o no y de seguir las reglas y mandarlo a otros o no, lo dejo a vuestra elección.
A los que no los conocéis aún, os recomiendo que visitéis estos blogs, cada uno tiene su propio estilo y todos son muy interesantes.

5) Avisarlos con un comentario en su blog. Avisados quedan.
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Otro premio (¿o el mismo?):
Cuando ya tenía escrita esta entrada y preparada para publicarla me llegó el premio "I love your blog" que me envía Isa, de Isablog, cuyas reglas son exactamente las mismas que el anterior, por lo cual solamente me queda incluir el enlace de la persona que me lo envió y darle las gracias por este regalo. Lo de publicar las reglas ya está hecho.
Así que le mando este premio a seis amigas blogueras:
A María de Aprendiendo a ver el cielo más azul
A Sara de Momentos decisivos
A Nuria de Otoño
A Ana de Una esquina del mar
Como ya dije antes, os lo envío con cariño y cada una es libre de aceptarlo o no y de seguir enviándolo a otros o no.
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Si alguno de los demás lectores os animáis, podéis escribirlo también, siguiendo o no las reglas, porque este rinconcito de comunicación y encuentro se mantiene "volando sobre el mar" gracias a vuestras visitas y comentarios.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Crisis de identidad

Un microrrelato en dos versiones:
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VERSIÓN 1:
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No es ella. La mujer que la mira detrás del espejo no es ella. Si acaso se le parece vagamente. Sus ojos también son verdes, pero sin brillo y con los párpados enrojecidos. Sus labios resecos dibujan una extraña mueca en lugar de su sonrisa.
Una desconocida la observa desde el espejo mientras se peina. Han pasado demasiados años desde que se marchó de casa. Demasiado dolor desde que sufrió la crisis. Después, el vacío en su memoria y unas profundas huellas en su rostro.
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VERSIÓN 2:
**************
No era ella. La imagen que le devolvía aquel espejo no era ella. Si acaso se le parecía vagamente. Sus ojos eran verdes, pero sin brillo y con los párpados hinchados y enrojecidos. Sus labios resecos dibujaban una extraña mueca en lugar de su sonrisa.
De pie, ante el espejo, no era capaz de reconocer su propio rostro. Habían pasado demasiados años y demasiado dolor desde que sufrió aquella crisis. El espejo le mostraba a una desconocida con la que tenía que aprender a vivir.
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sábado, 25 de octubre de 2008

Melancolía de otoño


A veces, cuando llegan estas fechas, me pongo un poco melancólica. No sé si es por la lluvia y el viento, por los días más grises y más cortos, porque veo los primeros puestos de castañas asadas, porque encuentro muchas hojas secas por el suelo, porque recuerdo las cenas familiares con frutos de otoño,…
Con este estado de ánimo escribí, hace ya tres años, el poema que hoy quiero compartir con vosotros. Lo ilustro con algunas fotos que he hecho este mes.




Aromas de otoño

Amanecer de Septiembre.
Un paseo por mi pueblo.
Veo el color del otoño,
luz dorada, tonos ocres,
amplia gama de marrones,
viento que mece las ramas
y golpea en los balcones.



Mañana de Octubre.
Un paseo por mi pueblo.
Oigo sonidos de otoño,
lento tañir de campanas,
canto de aves que despiertan
por plazas y callejones,
suave crujir de hojas secas
bajo pasos infantiles
de niños que van al cole.


Tarde de Noviembre.
Un paseo por mi pueblo.
A través de las ventanas,
percibo el olor a otoño,
a ricas castañas asadas,
a uvas, membrillos, batatas,
a calabazas al horno.
Perfume intenso de flores,
débil aroma de velas,
se mezclan por los rincones
con tradiciones y fiestas.


Colores de otoño,
sonidos de otoño,
aromas de otoño,
sabores de otoño ...
despiertan en mi memoria
los recuerdos de mi infancia.

Luisa M.

domingo, 19 de octubre de 2008

La muerte, esa extraña

Al comenzar el libro ya la primera frase me produjo una extraña sensación, mezcla de misterio y desazón, que aumentó mi interés por leerlo.
Comienza así:
“Al día siguiente no murió nadie. El hecho, por absolutamente contrario a las normas de la vida, causó en los espíritus una perturbación enorme, efecto a todas luces justificado, basta recordar que no existe noticia en los cuarenta volúmenes de la historia universal, ni siquiera un caso para muestra, de que alguna vez haya ocurrido un fenómeno semejante, que pasara un día completo, con todas sus pródigas 24 horas, contadas entre diurnas y nocturnas, matutinas y vespertinas, sin que se produjera un fallecimiento por enfermedad, una caída mortal, un suicidio conducido hasta el final, nada de nada, como la palabra nada.”

Los que lo hayáis leído, ya sabréis que me refiero a “Las intermitencias de la muerte” de José Saramago.


Saramago parte de esa hipótesis ¿imposible? para narrar lo que sucedió en aquel país (del que no se menciona el nombre) a partir de ese momento en que las personas dejaron de morir. Lo que, en un principio, es causa de satisfacción, se va tornando en problema al que los distintos sectores y colectivos de la sociedad buscan la mejor forma de resolverlo. Hasta que… las cosas cambian.

Los personajes (todos sin nombre propio) representan a los distintos grupos sociales y son mencionados por su profesión o por el cargo que desempeñan.
Tiene como trasfondo un análisis crítico (ácido por momentos) de la sociedad actual y las diferentes reacciones que tiene cada grupo social ante un suceso como ése.

En determinados momentos me costó acostumbrarme a la forma en que Saramago integra en esta obra los diálogos de los personajes dentro de la narración de los hechos sin emplear signos de puntuación como -, ¿?, ¡! y valiéndose sólo del uso de la mayúscula y de la coma para separar las palabras pronunciadas por uno y otro.

Lo que más me ha sorprendido (viendo la evolución de la historia) y al mismo tiempo lo más me ha gustado: el final que, naturalmente, no voy a desvelar aquí. Tendréis que leerlo vosotros mismos.

Es muy interesante esta reflexión que nos hace plantearnos a los lectores muchas cuestiones que, quizá hasta el momento, no habíamos pensado detenidamente, sobre el valor que damos a las cosas en nuestra vida, y si es o no necesario que en algún momento nos llegue la muerte.

Y en esta mezcla de novela y ensayo, ni siquiera ella, la muerte, es infalible.
La muerte, esa extraña, tan cercana a veces, pero tan desconocida también…

Si queréis saber algo más sobre este libro o el autor pinchad el título o su nombre y os llevarán a los enlaces respectivos. Si queréis leer el primer capítulo, pinchad aquí.

domingo, 12 de octubre de 2008

Patrimonio ¿perdido?

Mi primera reacción ante la noticia fue de incredulidad (¡No puede ser!) y la segunda de indignación (¿Cómo puede ocurrir algo así?). Sólo después he sido capaz de profundizar en la noticia y ampliar la información consultando distintos medios de prensa escrita y digital.
Hoy expreso, en lugar de en prosa en verso, ese cúmulo de sensaciones y sentimientos (tristeza, indignación,…) que me ha provocado la noticia de la subasta de cinco vigas de la Mezquita de Córdoba en la sala Christie´s de Londres.

Córdoba en silencio llora
que un trocito han arrancado
de su corazón e historia,
de su tesoro preciado.

Cinco vigas se alejaban
llorando por su pasado,
extrañando su Mezquita
de la que las separaron.

Entre objetos de valor
en Londres las han subastado
y ahora serán propiedad
de algún rico adinerado.

Mientras las autoridades
de la tierra que dejaron
siguen sin mover un dedo
o con los ojos cerrados.


¿Cómo pueden permitir
que parte de nuestro pasado,
de nuestro gran patrimonio,
haya sido arrebatado,
que vayan de un país a otro
pasando de mano en mano?
No tengo gran esperanza
de que sea recuperado
pero, ¿darlo por perdido
sin siquiera haber luchado?

La Alhambra lanza un suspiro,
la Giralda hasta ha temblado.
Castillos y catedrales,
torres, murallas, palacios…
envían hoy a la Mezquita
un abrazo solidario.


Si tenéis unos minutos, os dejo aquí el enlace a unas imágenes de la Mezquita de Córdoba, patrimonio de la humanidad (es un reportaje de fotografías y video). Que las disfrutéis.

Las dos fotos de la torre y la fachada de la mezquita son propias.

viernes, 10 de octubre de 2008

Premio recibido, premio concedido

La encantadora Isa (Isablog) me ha otorgado el siguiente premio:
A todas nos encantan los blogs, donde en la mayoría de ellos sus objetivos son mostrar las maravillas y hacer amistades; hay personas que no se interesan cuando les damos un premio y de esta manera contribuyen a cortar esos lazos. ¿Queremos que se corten o que se propaguen? ¡Entonces tratemos de prestar más atención a ellos!
Así que este premio debemos entregarlo a 8 bloggeras que a su vez deben hacer lo mismo y poner este texto.

Muchas gracias, Isa. Es un placer aceptarlo con alegría (un poco sonrojada) y te agradezco que hayas pensado en mí entre las nominadas. Es la primera vez que me dan uno de estos premios, así que soy algo novata en este tema. Parece que “las reglas” son que debo publicarlo diciendo quién me lo ha concedido y entregarlo a otras ocho blogueras que, a mi criterio, se lo merezcan.
Va a suponer un reto doble: porque me da un poquito de vergüenza publicar lo del premio y porque me va a costar seleccionar a quiénes otorgarlo. ¿Y... tienen que ser todas blogueras?...
Lo positivo de dar un premio a un blog es que permite a otras personas que los conozcan y los visiten. Lo negativo es que “pones en un compromiso” a esas personas premiadas. Bueno, pues, ahí va…
Yo, por mi parte, OTORGO este premio proximidad (o “proximidade”) a las siguientes personas y blogs:

A Carmen y su Océano de Gondal que fue el primer blog que visité y que me despertó de nuevo el gusanillo de escribir.

A Selma que Desde su jaima nos conduce por lugares maravillosos y nos acerca a otras culturas.
A Mega que en sus Sueños en la memoria nos narra variados y estupendos relatos.
A En Tierra de Nadie en su Área de descanso, un buen lugar para el reposo o el paseo tranquilo.
A Malena y su Tintero de China que nos hace creer que se pueden cumplir los sueños.
A Esther, Tormenta, por transmitir emoción, aunque ahora está en un nuevo destino y no sé cuando volverá a publicar.
A Freia por sus Variaciones Goldberg, un lugar donde la música y la narrativa se unen en perfecta armonía.
A Corina (Espejismos), antes Soboro (Tres tristes tigres), que nos ha contado excelentes historias, aunque - por el momento - haya cerrado sus blogs... Sé que volverás.

Muchos besos a las premiadas. Todas vosotras os merecéis este premio y mucho más. Ahora podéis hacer con él lo que queráis: guardarlo sin más o publicarlo y continuar la cadena otorgándolo a otros bloggers.
He respetado que en el texto recibido decía “blogueras” y, por eso, son todas chicas.
Espero poder conceder otro día algún premio a los chicos blogueros, que conozco a unos cuantos que también se lo merecen de sobra.
Gracias a todos los lectores que hacen que se mantenga vivo el blog.


jueves, 2 de octubre de 2008

Estefanía Quesada, ¿abogado o abogada?

Mi amiga Estefanía acaba de obtener la licenciatura en Derecho. Esta tarde quedamos para merendar en una cafetería del centro. Entre sorbo y sorbo de café conversamos animadamente y me enseña ilusionada el modelo de tarjeta que ha encargado para darse a conocer. La miro y le digo enseguida:
- Me gusta el diseño y el tipo de letra pero, hay un error...
- ¿Qué pasa? - dice sorprendida - ¿Se han olvidado de la tilde en la i? ¿está equivocado mi número de móvil?
- No se trata de eso, simplemente que han escrito "abogado" en lugar de "abogada".
- ¡Ah! No, entonces no hay ningún error. Abogado es genérico y puede usarse igual para hombre que para mujer. Además da más credibilidad, suena a profesional de prestigio...
- No puedo creer que hables en serio. ¿Así vas a luchar por la igualdad de derechos de la mujer? ¿Sin usar el femenino para denominarte?

Entre tiras y aflojas y razones en pro y en contra, terminamos el café y el pastel, pagamos y salimos de la cafetería.
Hace una temperatura agradable y vamos hacia su casa dando un paseo por la calle peatonal.
En el camino pasamos por dos despachos de mujeres profesionales de la abogacía. Éstas son las placas:


Mi amiga vuelve a la carga con su teoría y yo intento rebatirla.

Cuando llegamos a su piso le digo:
- Vamos a mirar en la red, a ver qué es más correcto... Enciende el ordenador...
Consultamos el Diccionario de la RAE y el diccionario de Wikipedia y esto es lo que encontramos:
abogado, da.
(Del lat. advocātus).
1. m. y f. Licenciado o doctor en derecho que ejerce profesionalmente la dirección y defensa de las partes en toda clase de procesos o el asesoramiento y consejo jurídico.
MORF. U. t. la forma en m. para designar el f.
2. m. y f. Intercesor o mediador.
3. m. y f. Nic. Persona habladora, enredadora, parlanchina.
(Fuente de información: http://buscon.rae.es/draeI/ )
abogado
Sustantivo masculino
1 Experto en
derecho, acreditado con título universitario, que presta asistencia técnica jurídica aconsejando o defendiendo a alguna de las partes en un juicio.
Singular: Masculino: abogado - Femenino: abogada
Plural: Masculino: abogados - Femenino: abogadas
(Fuente de información: http://es.wiktionary.org/wiki/abogado )

Utilizamos el buscador de Google y aparecen varios resultados con la palabra "abogada" como:
la web de una abogada matrimonialista de Madrid, una noticia sobre una abogada del Tribunal de la Unión Europea, el blog de una abogada en Barcelona, una abogada de Derecho internacional en Argentina, los servicios de consultas a una abogada en Málaga...

Tecleo después "abogada tarjeta" y entre los resultados hallamos las siguientes:

¡Abogada! Ella que no y yo que sí.
¡Abogado! Ella que sí y yo que no.
Nuevo contraste de pareceres pero, ninguna logra convencer a la otra. Así que el asunto queda en tablas o empate técnico.
Una hora después, cuando llego a casa, Miguel me pregunta qué me ha pasado al ver mi expresión contrariada. Le relato lo ocurrido y nuestras discrepancias y termino preguntándole:
- Y tú ¿qué opinas?

Las dos placas de abogado "capturadas" son fotos propias.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Quiero ser como...

- Mamá, cuando crezca, yo quiero ser tan grande como ese pájaro.
- Hijo mío, eso no puede ser. Tú crecerás y, con suerte, serás un poquito más grande que yo y que tu padre, pero nunca llegarás a tener ese tamaño.
- Mamá, cuando sea mayor, yo quiero volar tan alto como ese pájaro.
- Hijo mío, eso no puede ser. Tú aprenderás a volar por encima de los árboles y de las casas, pero nunca llegarás a volar sobre las nubes.

- Mamá, cuando sea grande, yo quiero dibujar una estela en el cielo como ese pájaro.

- Hijo mío, eso no puede ser. Tú podrás planear y hacer piruetas en el aire, pero no dibujarás ninguna estela.

- Mamá, cuando deje este nido, yo quiero viajar muy lejos y conocer otros países como ese pájaro.

- Hijo mío, eso sí que podrás hacerlo. Tú volarás junto a toda la bandada para buscar otro país más cálido donde pasar el invierno.

- Mamá... Y ¿cómo se llama ese pájaro?

- Hijo mío, ese pájaro tan grande, que vuela tan alto, que dibuja estelas en el cielo y que viaja tan lejos, se llama... avión.


Moraleja:
¡Elige bien a quién admiras! ¡Cuidado con los ídolos de barro (o de metal, en este caso)!

viernes, 19 de septiembre de 2008

Pasión por el agua

Le encantaba el agua. Desde que aprendió a nadar, disfrutaba cada día de verano de su hora del baño. Así fue un verano tras otro, un año tras otro...
En sus años de infancia, se bañaba en la alberca que tenían sus abuelos en el pueblo. Más tarde, en la adolescencia, en la piscina del polideportivo donde iba con su hermano mayor. Después, en su juventud, en el río donde iba de excursión con un grupo de amigas o con su novio. Posteriormente, ya toda una mujer trabajadora, casada y con dos hijos, en el mar, el ancho mar, en la villa costera donde pasaba su mes de vacaciones.
Cuando salía del agua, después de un largo baño, era como si aumentara su vitalidad, se encontraba cargada de energía y era capaz de hacer todo lo que se proponía.
Este verano cumplió 70 años. Un día del mes de agosto la encontraron dentro del acuario en la residencia donde la habían dejado sus hijos para irse de vacaciones. Ahogada, sin vida, pero con una sonrisa en los labios...
Se llamaba Mar Lagos Ríos.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Duermevela

Cierro los ojos. Me pesan los párpados. Esta noche sólo he dormido cuatro horas. A mi espalda, un hombre y una mujer conversan pero no distingo sus palabras. Es un murmullo que me adormece aún más. Hasta mi nariz llega el aroma del maíz tostado que alguien debe estar comiendo muy cerca (¡huuumm, qué rico!), me despierta el apetito, pero no logro despegar ni una pestaña. Escucho un "bip, bip, bip" por delante de mí, alguien está tecleando un mensaje en su móvil. Paso la mano por el asa del bolso que llevo sobre las rodillas y compruebo al tacto que la cremallera está bien cerrada.
Oigo unos pasos y noto que alguien se para junto a mí.
- Buenos días. ¿Me enseña su billete, por favor?
Abro los ojos (con gran esfuerzo) y el bolso y muestro el billete al revisor. Consulto mi reloj. Quedan todavía un par de horas para llegar.
Cierro los ojos. Me pesan los párpados. El suave traqueteo del tren me adormece de nuevo...

martes, 2 de septiembre de 2008

Volver... a la normalidad

Con toda parsimonia, con movimientos relentizados, dobló por las marcas perforadas y arrancó con sumo cuidado la hoja del calendario que mostraba los meses de julio y agosto. Con ella en la mano se dirigió hacia el contenedor de papel que estaba en un rincón de la oficina. ¡62 largos días de verano reducidos de pronto a un papel usado donde, con suerte, alguien anotaría por detrás un teléfono o una dirección antes de enviarlo a reciclar! ¡30 días de vacaciones ya disfrutadas que volaban para convertirse sólo en recuerdos y aventuras que contar!
Miró a su alrededor. La oficina, sola y en silencio, le parecía más grande. Había llegado antes que el resto de sus compañeros, como siempre. Se sentó en el sillón de su escritorio y, con cierta desgana, encendió el ordenador. Suspiró mientras venían a su mente las imágenes de uno de los días de vacaciones que más se había divertido toda la familia... Sonrió y se le iluminó la mirada. Casi al mismo tiempo escuchó los pasos, las voces y las risas de dos compañeras acercándose por el pasillo. "¡Ya están llegando! Aquí vienen..."
"Vamos, guapa, espabila que ya va siendo hora de ponerse a trabajar..." se dijo. Y como si, de pronto, alguien le hubiera apretado un resorte interno, estiró los hombros, respiró hondo y comenzó a teclear su contraseña para acceder al programa.
Treinta minutos más tarde ya había saludado a todos los de la oficina, había comentado con los más afines algún episodio de las (ya pasadas) vacaciones y estaba cumplimentando informes, consultando boletines y atendiendo las llamadas telefónicas con la misma rapidez y eficiencia que solía hacerlo siempre y hasta con una sonrisa en los labios porque ella (quizá sea un bicho raro) está contenta con su trabajo."¡Qué alegría volver... a la normalidad!".
A todas y todos los que esta semana habéis vuelto al trabajo tras las vacaciones.

sábado, 30 de agosto de 2008

¿Por qué me vendrá todo el amor de golpe?

Me enamoré de este verso de Neruda, escrito en un póster que tuve un tiempo en mi habitación, mucho antes de saber quién era su autor. Años después leí el poema y me encantó.

Hemos perdido aun este crepúsculo.
Nadie nos vio esta tarde con las manos unidas
mientras la noche azul caía sobre el mundo.
He visto desde mi ventana
la fiesta del poniente en los cerros lejanos.
A veces como una moneda
se encendía un pedazo de sol entre mis manos.
Yo te recordaba con el alma apretada
de esa tristeza que tú me conoces.
Entonces dónde estabas?
Entre qué gentes?
Diciendo qué palabras?
Por qué me vendrá todo el amor de golpe
cuando me siento triste, y te siento lejana?
Cayó el libro que siempre se toma en el crepúsculo,
y como un perro herido rodó a mis pies mi capa.
Siempre, siempre te alejas en las tardes
hacia donde el crepúsculo corre borrando estatuas.
PABLO NERUDA
"20 Poemas de Amor y una Canción desesperada"

He vivido en carne propia alguna vez esa sensación de que se me venía todo el amor de golpe... Y es que amar a alguien tiene eso, que te hace sufrir muchas veces...

En uno de esos momentos de tristeza por la lejanía de la persona amada escribí este pequeño poema:

Te extraño, ¡cómo te extraño!
Como las olas del mar
echan de menos la playa
si no la pueden besar
Te pienso, te siento y… sueño
y no te puedo olvidar.

¡Cómo me duele este amor!
La distancia… estás tan lejos.
Aunque yo te siento cerca:
vives en mi pensamiento.

Hoy, que tengo un sentimiento parecido al de aquellos momentos, aunque suavizado pues quedan pocos días para el reencuentro, me he atrevido a publicar esta entrada tan personal.

martes, 12 de agosto de 2008

El desvelo de una noche de verano

Sábado del mes de agosto... de madrugada:

Una moto, dos motos, tres motos... Un coche acelera al pasar y frena al llegar a la esquina. Un coche de caballos: resuenan los cascabeles, retumban los cascos de los caballos y las voces de sus pasajeros. Un coro de grillos estridente y desafinado se oye cada vez más cerca y más fuerte. Una moto pasa "a toda pastilla" dando petardazos con el escape para hacerse notar: rrrr, rrrr, rrrr... tá, tá, tá. Un coche pasa más despacio, lleva puesta la radio a toda potencia con una música insoportable que es un castigo para los oídos y para el buen gusto.

Una pandilla de chicos y chicas se acerca con voces y risas y se paran a charlar en voz alta (como hablan normalmente) justo debajo de mi ventana. (¿Qué pasa? ¿no hay otro sitio en la calle? Podían seguir hasta la plaza que está a cincuenta metros y sentarse en un banco, pero no... ¡Menos mal! Parece que continúan su camino.) De nuevo el coro desafinado de grillos. Voces y pisadas de gente que pasa. Otro coche de caballos pero, esta vez, con gente cantando y tocando las palmas. (Pues ¡qué bien! ¡vaya horitas! ¡Que aquí viven también personas que quieren dormir...!) Los ladridos de un perro... (Bueno, también tendrá que protestar el pobre...) Otro coche del tipo "discoteca ambulante"... (Estos jóvenes van a quedarse completamente sordos además de tener un pésimo gusto musical).

Por fin, un poco de silencio... A ver si también llega el sueño... ¡Zuuum, zuuum, zuuum! ¡Vaya, lo que faltaba! ¡Maldito mosquito!

viernes, 8 de agosto de 2008

Volando en libertad (II)


"Cuando Juan Gaviota volvió a la Bandada ya en la playa, era totalmente de noche. Estaba mareado y rendido. No obstante, y no sin satisfacción, hizo un rizo para aterrizar y un tonel rápido justo antes de tocar tierra. Cuando sepan, pensó, lo del Descubrimiento, se pondrán locos de alegría. ¡Cuánto mayor sentido tiene ahora la vida! En lugar de nuestro lento y pesado ir y venir a los pesqueros, ¡hay una razón para vivir! Podremos alzarnos sobre nuestra ignorancia, podremos descubrirnos como criaturas de perfección, inteligencia y habilidad. ¡Podremos ser libres!

¡Podremos aprender a volar!"
(RICHARD BACH, Juan Salvador Gaviota)

Hoy, por segunda vez, cito en el post un fragmento de Juan Salvador Gaviota. Como ya dije, me gustó mucho cuando lo leí hace bastantes años y, este verano, encontré el libro (una edición de 1978) y lo he releído señalando algunos textos para reflexionar sobre ellos y sacar conclusiones adaptadas a nuestra vida actual y el mundo que nos rodea.
¡Qué gran decepción se llevó ante la reacción de la bandada por su descubrimiento! Todo lo contrario a lo que con ilusión esperaba.
Algunas personas, por ser demasiado idealistas o muy innovadores o ..., sufren la incomprensión por parte del grupo al que pertenecen (e incluso el rechazo por ser "diferente"). Hace falta tener un alto autoconcepto y mucha voluntad para seguir defendiendo las propias ideas, proyectos o decisiones aun en contra de la opinión del entorno inmediato. No es nada fácil "luchar contra viento y marea" si no cuentas, al menos, con el apoyo de uno o más de tus seres queridos.
No sé si alguien se sentirá identificado con esta situación en algún momento de su vida.
A todas esas personas luchadoras que defienden sus ideales y sus criterios por encima de convenciones, ¡adelante! ése es el camino: utilizar la inteligencia y la habilidad para dar mayor sentido a la vida y tener una razón para vivir (o mejor si encuentras más de una).
¡Mucho ánimo y suerte a todas y a todos...! ¡Podemos ser libres! ¡Podemos aprender a volar!

sábado, 26 de julio de 2008

Viaje hacia el interior

Muchos solemos relacionar las vacaciones de verano con la realización de un viaje más o menos largo, más o menos esperado, más o menos exótico, más o menos soñado...

En ocasiones nos pasamos semanas planeando con ilusión el destino al que vamos a viajar; buscando información cultural o turística de la zona en Internet, libros o revistas; consultando posibilidades de vuelos, trenes, autobuses y ofertas de hoteles, casas rurales o apartamentos... Reconozco que soy una de esas personas que disfruta con los preparativos y los prolegómenos casi tanto como con el viaje mismo.

Después, cuando llega el momento de emprender el viaje, llegan también las compras de última hora, los nervios, el entusiasmo y la emoción que, a veces, se enfría un poco por la espera en aeropuertos o estaciones o la larga cola de vehículos en una carretera.

Por fin, llegamos a nuestro destino elegido y tratamos de programar minuciosamente las visitas, el recorrido o las actividades de cada día para aprovechar las horas al máximo. Esos cinco, siete o diez días de vacaciones se nos pasan volando y casi nunca conseguimos cumplir todos los objetivos previstos. Nos falta tiempo para visitar un castillo precioso que está a 50 km. de nuestro hotel, para recrearnos en la contemplación de las pinturas de un museo o para hacer una ruta de senderismo por la garganta de un río.

Pero lo fundamental del viaje es que disfrutemos de esa experiencia única (o incluso irrepetible) con la mente abierta; que nos llevemos esas sensaciones de contemplar un paisaje, una obra de arte, una ciudad, impregnadas en todos nuestros sentidos; que paladeemos ese tiempo minuto a minuto a pesar del cansancio, de las colas para visitar los monumentos, del calor, el frío o la lluvia; que conozcamos y apreciemos a las gentes del lugar; que despertemos nuestro espíritu aventurero y alimentemos nuestro espíritu creativo...
O, dicho más brevemente, con dos estrofas de un poema que escribí al finalizar un viaje que me dejó huella:

Salir de tu población,
abrir los ojos, la mente,
conocer otras culturas,
muchos pueblos diferentes,
un poco de arte y de historia,
y a maravillosa gente.

Renovar el interior,
impregnarse del ambiente,
sentir que a tu alrededor
hay un paraje excelente,
magnífico, encantador...
Y… a gozar ¡Menuda suerte!

Hace unos días, releyendo un libro de Rosa Regás encontré esta cita en la que una de sus protagonistas explica lo que es viajar para ella (por supuesto, mucho mejor que yo porque es una gran narradora). Os la transcribo a continuación. Analizadla, comentadla,... disfrutadla. Si podéis, leed el libro completo, os lo recomiendo, son 17 relatos narrados en primera persona con escenarios variados, situaciones actuales y personajes cercanos.

"... Pero para mí viajar es otra cosa. ...Viajar es desvelar una realidad que se encuentra en el lugar adonde vamos, es sentir el aire, ver el paisaje, conocer a sus gentes, oír los ruidos de sus calles. Viajar es descubrir no sólo esa realidad, sino entrar un poco más adentro de nosotros mismos para saber cómo nos comportamos en situaciones que no son habituales."

(ROSA REGÁS, "Viento armado" - fragmento del relato "Lucy")


jueves, 3 de julio de 2008

Volando en libertad (I)


"La mayoría de las gaviotas no se molestan en aprender sino las normas de vuelo más elementales: cómo ir y volver entre playa y comida. Para la mayoría de las gaviotas, no es volar lo que importa, sino comer. Para esta gaviota, sin embargo, no era comer lo que le importaba, sino volar. Más que nada en el mundo, Juan Salvador Gaviota amaba volar."
(Richard Bach - "Juan Salvador Gaviota")

Hoy, supongo que por asociación de ideas, la buena noticia de la liberación en Colombia de la candidata a la presidencia y otros 14 rehenes de su larguísimo secuestro, me ha hecho pensar en el valor de la libertad y en este libro. Creo que también Ingrid Betancourt -como Juan Gaviota- necesitaba, más aún que comer, más que nada en el mundo, volar, sentirse en libertad.
Recuerdo que, cuando leí este relato, en mi época de estudiante, me encantó aunque, en aquel momento, quizá no comprendí del todo el mensaje del autor. Tenía mucha fuerza y algo de magia y fantasía al mismo tiempo. Me parece un canto a la libertad y a la fe en las propias capacidades para alcanzar un sueño.
Ojalá hubiera muchas personas que lucharan como Juan Gaviota para superarse y lograr su meta. Que para ellas lo más importante fuera volar, volar libres, y no sólo el sustento de cada día (comer) como les ocurre a la mayoría de las gaviotas (y de la gente).
Quizá muchos de vosotros lleváis ese Juan Salvador Gaviota dentro y aún no lo habéis descubierto. Dejadlo volar... en libertad.

jueves, 26 de junio de 2008

Encuentro en el tren


Sentada junto a la ventanilla, Celia está inmersa en la lectura del libro que sostiene con ambas manos.
“Paralizada por la sorpresa, abre sus enormes ojos mientras, paso a paso, el hombre del traje gris se acerca lentamente…”
Una voz grave la saca bruscamente del ensimismamiento:
- Hola, ¿puedo sentarme?
- Sí, claro – responde mirando fijamente al hombre del traje gris que se sienta enfrente.
- “Próxima estación: Atocha” – anuncian por megafonía.
- ¡Mi destino! – suspira aliviada.
Cierra el libro, coge su mochila y camina deprisa hacia la salida. Tras ella, se cierra la puerta del vagón… totalmente vacío.

Escribí este relato en mayo para el II Concurso de relatos cortos convocado por RENFE Cercanías de Madrid. No conseguí quedar entre los premiados, pero... lo importante es participar. Al menos, eso nos decían antes.
La verdad es que resulta difícil condensar una historia que diga algo en tan pocas palabras (el máximo en este certamen era 99, pero hay otros con menos). Ahora parece que se han puesto de moda los relatos cortos o microrrelatos y se convocan bastantes concursos de ese tipo. Si os interesa el tema, os recomiendo visitar las siguientes páginas web:
En ellas publican anuncios de concursos literarios de cuentos, relatos, poesía... de España e Hispanoamérica.

lunes, 16 de junio de 2008

Volar sobre el mar

¡El mar! ¡Ah! El mar... eterna fuente de inspiración para los artistas: pintores, poetas y cantautores... de todos los tiempos.

Y, para muestra: una canción, o mejor, cuatro, las canciones sobre el mar que he seleccionado:


A por el mar,

a por el mar que ya se adivina,

a por el mar,

a por el mar, promesa y semilla

de libertad,

a por el mar, a por el mar...

El mar es más que un paisaje,

también es un sentimiento,

es un corazón que late

negándose a seguir muerto;

no rinde más obediencia

que la que exigen los vientos,

no lo sujetan cadenas

ni se detiene ante el fuego.

A por el mar,

a por el mar que ya se adivina,

a por el mar,

a por el mar, promesa y semilla

de libertad,

a por el mar, a por el mar...

Luis Eduardo Aute

Por la blanda arena que lame el mar

su pequeña huella no vuelve más.

Un sendero solo de pena y silencio

llegó hasta el agua profunda.

Un sendero solo de penas mudas

llegó hasta las espumas.

Sabe Dios qué angustia te acompañó

qué dolores viejos calló tu voz

para recostarte arrullada en el canto

de las caracolas marinas la canción

que canta en el fondo oscuro del mar

la caracola.

Te vas Alfonsina con tu soledad

¿qué poemas nuevos fuiste a buscar?

Y una voz antigua de viento y de mar

te requiebra el alma y la está llamando

y te vas, hacia allá como en sueños,

dormida Alfonsina, vestida de mar.

Félix Luna - A Alfonsina Storni

En las suaves aguas de tu mar me perderé,

Seré un mal pirata,

tus tesoros guardaré.

Por tu amor.

Por mi bien.

Me das el mar con tu mirada.

Me acuna el mar de tu mirar.

Yo, qué poco fuí,

antes de ser por tí, estela y sal, nave y lugar.

Me das el mar con tu mirada.

Me acuna el mar de tu mirar.

Soledad Giménez. Presuntos implicados

Al amanecer ya está Miguel

sobre su barca.

Dame un beso amor,

y espera quieta

junto a la playa.

Y el mar murmura en su lenguaje:

- ¡Maldito pescador!

Despídete de ella,

no quiero compartir su corazón-.

Y llorar, y llorar, y llorar por él.

Y esperar, y esperar, y esperar de pie

en la orilla a que vuelva Miguel.

Dicen en la aldea

que esa roca blanca es Ana.

Cubierta de sal y de coral

espera en la playa.

No esperes más niña de piedra.

Miguel no va a volver.

El mar le tiene preso

por no querer cederle a una mujer.

Y llorar, y llorar, y llorar por él.

Y esperar, y esperar, y esperar de pie

en la orilla a que vuelva Miguel.

Incluso hay gente que asegura

que cuando hay tempestad,

las olas las provoca

Miguel luchando a muerte con el mar.

Y llorar, y llorar, y llorar por él.

Y esperar, y esperar, y esperar de pie

en la orilla a que vuelva Miguel.

Y llorar, y llorar y llorar por él.

Y llorar, y llorar, y llorar por él.

Y llorar, y llorar, y llorar sobre el mar.

José Mª Cano. Mecano


Canciones para volar y... volar sobre el mar.

domingo, 15 de junio de 2008

Tiempo de mar

¿Sabes quién era Ernestina de Champourcín? ¿Y Concha Méndez? ¿Has oído hablar de ellas?
Pues yo, curiosamente no las descubrí hasta el año pasado, y ahora lo sé. ¡Más vale tarde... !
Sí, fueron dos excelentes Poetas (no me gusta la denominación de poetisas) que formaron parte de la Generación del 27, ese grupo de destacados Poetas (aunque algunos también escribieron teatro o prosa) del que todos podríamos citar al menos cuatro o cinco nombres e incluso recitar alguno de sus poemas.
Sin embargo, no todos han sido reconocidos del mismo modo y a varios hasta se les consideró poetas menores, término que no hace justicia a la intensidad y la calidad de su poesía.
Con motivo de la conmemoración (en diciembre del 2007) del 80 aniversario de la constitución de la Generación del 27 o "Poetas del 27", se han publicado en Andalucía varias antologías poéticas, donde se recogen poemas de estas dos autoras y del resto de los componentes de esta brillante Generación de Poetas (hombres y mujeres). También se han organizado actividades y eventos destinados a acercar a los escolares sus figuras y sus poesías.
De los poemas que he leído de Concha Méndez y de Ernestina de Champourcín, he elegido los tres que escribo a continuación por el tema que tratan: el mar. Espero que os transmitan su energía y su ternura.
  • TIEMPO DE MAR
    El mar me pertenece
    lo hago pasar entero
    entre mis manos ávidas.
    Lo acaricio, le doy
    la única mirada
    sencilla que me queda
    la que aún no han manchado
    ni el miedo ni la muerte.
    Mar limpio entre mis dedos
    goteando esperanzas
    porque sostiene aún
    un velamen con brisa.
    Mar de todos los mares
    hoy contemplo en su espuma
    otros mares antiguos:
    aquel de mi primer
    contacto con las playas
    y el de aquellas lecturas
    codiciosas e incómodas
    bajo algún tamarindo
    y aquel otro del trópico
    sin huellas de turistas
    con esa pulpa tierna
    que ofrece el cocotero.
    Quiero olvidar aquí

    lo que sucedió anoche.
    El mar no tiene culpa.
    Es dócil, mío, puro,
    es un lebrel que lame
    mis plantas mansamente.
    Ernestina de Champourcín
  • ANCHO ES EL MAR...
    Ancho es el mar; él ha de separamos;
    quedarán nuestras almas enlazadas.
    Como un último retrato, en nuestros ojos
    impresas lucirán nuestras miradas.
    El barco en que he de ir está en el puerto;
    a éste seguirá otro en que tú vayas.
    Te esperarán mis brazos, no se en dónde...
    tal vez en algún puerto... en una playa..!
    Concha Méndez

  • ERAN VERDES COMO UN MAR...
    Eran verdes como un mar,
    con reflejos de alto cielo.
    -¡Qué bien sabían mirar!-
    unos ojos que recuerdo.
    En la penumbra lucían
    con una luz de misterio,
    como dos claros abismos
    abiertos a mil deseos.
    Muchas horas tuve cerca
    los ojos verdes aquellos,
    que implorantes me miraban
    ¡y yo hacia por no verlos!
    Y hoy que mirarlos quisiera,
    están tan lejos..., ¡tan lejos!
    Concha Méndez

Volar... con la imaginación

Espero que este blog sea un espacio o un lugar donde encuentres...
opiniones para compartir,
poemas para soñar,
historias para volar... con la imaginación.

Para comenzar, os recomiendo dos poemas que derrochan esa imaginación tan necesaria para vivir todas las personas y, no sólo durante nuestra infancia.
  • El primero, de José Agustín Goytisolo, titulado "Érase una vez" o "El lobito bueno":
Érase una vez
un lobito bueno
al que maltrataban
todos los corderos.
Y había también
un príncipe malo,
una bruja hermosa
y un pirata honrado.
Todas estas cosas
había una vez.
Cuando yo soñaba
un mundo al revés.
  • El segundo, de María Elena Walsh, se titula "El reino del revés":
Me dijeron que en el Reino del Revés
nada el pájaro y vuela el pez,
que los gatos no hacen miau y dicen yes
porque estudian mucho inglés.
Me dijeron que en el Reino del Revés
nadie baila con los pies,
que un ladrón es vigilante y otro es juez
y que dos y dos son tres.
Vamos a ver como es
el Reino del Revés.
Vamos a ver como es
el Reino del Revés.
Me dijeron que en el Reino del Revés
cabe un oso en una nuez,
que usan barbas y bigotes los bebés
y que un año dura un mes.
Me dijeron que en el Reino del Revés
hay un perro pekinés
que se cae para arriba y una vez
no pudo bajar después.
Vamos a ver como es
el Reino del Revés
Vamos a ver como es
el Reino del Revés.
Me dijeron que en el Reino del Revés
un señor llamado Andrés
tiene 1.530 chimpancés
que si miras no los ves.
Me dijeron que en el Reino del Revés
una araña y un ciempiés
van montados al palacio del marqués
en caballos de ajedrez.
Vamos a ver como es
el Reino del Revés.
Vamos a ver como es
el Reino del Revés.

Y, para terminar, un consejo para mejorar tu salud (física y mental):
Deja volar tu imaginación... al menos, una vez cada día.