miércoles, 21 de noviembre de 2012

¡Hasta siempre, Manolo!

No es fácil decir adiós a alguien a quien aprecias, a un compañero, a un amigo.
Y menos si se va así, tan de repente, sin que nadie lo esperase.
Ha sido un golpe muy duro para todos los que te conocimos, sobre todo para tu familia, para tu esposa y tus dos hijos, para tus compañeros maestros y maestras del colegio de Chipiona donde tantos años dedicaste tu tiempo y esfuerzo a la educación, para tus alumnas y alumnos actuales y para los que hace años lo fueron, para toda la comunidad educativa del centro, para todos los compañeros de los demás centros de la localidad que te hemos tratado personalmente... ¡Te echaremos tanto de menos!
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La triste noticia me pilló tan por sorpresa que no me lo podía creer y aun hoy (cuando ha pasado casi un mes) sigo sin hacerme a la idea de que no voy a encontrarme contigo cualquier día por Sanlúcar paseando o de tapeo con tu familia o comprando en el supermercado, de que no vas a estar en las próximas jornadas de maestros, ni en las reuniones de directores (en las que te veía cuando se celebraban en mi centro), ni recibiéndonos amablemente cuando lleguemos a tu cole con los alumnos para una representación teatral o una proyección.
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Nos conocimos hace bastantes años, no sé muy bien cuántos... Teníamos algunas cosas en común:  los dos de la provincia de Jaén viviendo lejos de nuestros padres y hermanos, nuestra profesión docente, después ocupar un cargo directivo al mismo tiempo (cada uno en un centro)... Compartíamos también algunas aficiones como la literatura, la fotografía, el cine y, de un tiempo a esta parte, el mundo de los blogs. Por eso, cuando coincidíamos en la blogosfera o nos encontrábamos en persona, siempre teníamos temas de interés común de los que hablar.
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Porque... La distancia no es el olvido, como llamaste a tu blog personal, aunque estés lejos, no te olvidaremos, Manolo, seguirás viviendo en el recuerdo de tus familiares, amigos, compañeros, alumnos..., de todos los que te quisieron y apreciaron, para los que fuiste un excelente profesional, un buen profesor, alguien especial, una gran persona.
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Por eso, desde aquí, desde este blog que quizá no hubiera tenido nunca si tú no me hubieras transmitido el gusto por escribir y comunicarse con otras personas a través de este medio... quiero decirte:
¡Hasta siempre, compañero! ¡Hasta siempre, paisano!
¡Hasta siempre, amigo Manolo! ¡Hasta siempre, querido tuccitano!
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Manolo de la Rosa, es el autor del blog "La distancia no es el olvido" (Blog de un tuccitano) uno de los primeros blogs que visité y del que me hice seguidora habitual.
La foto la he tomado de su perfil de la red social en la que también somos amigos.