sábado, 25 de octubre de 2008

Melancolía de otoño


A veces, cuando llegan estas fechas, me pongo un poco melancólica. No sé si es por la lluvia y el viento, por los días más grises y más cortos, porque veo los primeros puestos de castañas asadas, porque encuentro muchas hojas secas por el suelo, porque recuerdo las cenas familiares con frutos de otoño,…
Con este estado de ánimo escribí, hace ya tres años, el poema que hoy quiero compartir con vosotros. Lo ilustro con algunas fotos que he hecho este mes.




Aromas de otoño

Amanecer de Septiembre.
Un paseo por mi pueblo.
Veo el color del otoño,
luz dorada, tonos ocres,
amplia gama de marrones,
viento que mece las ramas
y golpea en los balcones.



Mañana de Octubre.
Un paseo por mi pueblo.
Oigo sonidos de otoño,
lento tañir de campanas,
canto de aves que despiertan
por plazas y callejones,
suave crujir de hojas secas
bajo pasos infantiles
de niños que van al cole.


Tarde de Noviembre.
Un paseo por mi pueblo.
A través de las ventanas,
percibo el olor a otoño,
a ricas castañas asadas,
a uvas, membrillos, batatas,
a calabazas al horno.
Perfume intenso de flores,
débil aroma de velas,
se mezclan por los rincones
con tradiciones y fiestas.


Colores de otoño,
sonidos de otoño,
aromas de otoño,
sabores de otoño ...
despiertan en mi memoria
los recuerdos de mi infancia.

Luisa M.

domingo, 19 de octubre de 2008

La muerte, esa extraña

Al comenzar el libro ya la primera frase me produjo una extraña sensación, mezcla de misterio y desazón, que aumentó mi interés por leerlo.
Comienza así:
“Al día siguiente no murió nadie. El hecho, por absolutamente contrario a las normas de la vida, causó en los espíritus una perturbación enorme, efecto a todas luces justificado, basta recordar que no existe noticia en los cuarenta volúmenes de la historia universal, ni siquiera un caso para muestra, de que alguna vez haya ocurrido un fenómeno semejante, que pasara un día completo, con todas sus pródigas 24 horas, contadas entre diurnas y nocturnas, matutinas y vespertinas, sin que se produjera un fallecimiento por enfermedad, una caída mortal, un suicidio conducido hasta el final, nada de nada, como la palabra nada.”

Los que lo hayáis leído, ya sabréis que me refiero a “Las intermitencias de la muerte” de José Saramago.


Saramago parte de esa hipótesis ¿imposible? para narrar lo que sucedió en aquel país (del que no se menciona el nombre) a partir de ese momento en que las personas dejaron de morir. Lo que, en un principio, es causa de satisfacción, se va tornando en problema al que los distintos sectores y colectivos de la sociedad buscan la mejor forma de resolverlo. Hasta que… las cosas cambian.

Los personajes (todos sin nombre propio) representan a los distintos grupos sociales y son mencionados por su profesión o por el cargo que desempeñan.
Tiene como trasfondo un análisis crítico (ácido por momentos) de la sociedad actual y las diferentes reacciones que tiene cada grupo social ante un suceso como ése.

En determinados momentos me costó acostumbrarme a la forma en que Saramago integra en esta obra los diálogos de los personajes dentro de la narración de los hechos sin emplear signos de puntuación como -, ¿?, ¡! y valiéndose sólo del uso de la mayúscula y de la coma para separar las palabras pronunciadas por uno y otro.

Lo que más me ha sorprendido (viendo la evolución de la historia) y al mismo tiempo lo más me ha gustado: el final que, naturalmente, no voy a desvelar aquí. Tendréis que leerlo vosotros mismos.

Es muy interesante esta reflexión que nos hace plantearnos a los lectores muchas cuestiones que, quizá hasta el momento, no habíamos pensado detenidamente, sobre el valor que damos a las cosas en nuestra vida, y si es o no necesario que en algún momento nos llegue la muerte.

Y en esta mezcla de novela y ensayo, ni siquiera ella, la muerte, es infalible.
La muerte, esa extraña, tan cercana a veces, pero tan desconocida también…

Si queréis saber algo más sobre este libro o el autor pinchad el título o su nombre y os llevarán a los enlaces respectivos. Si queréis leer el primer capítulo, pinchad aquí.

domingo, 12 de octubre de 2008

Patrimonio ¿perdido?

Mi primera reacción ante la noticia fue de incredulidad (¡No puede ser!) y la segunda de indignación (¿Cómo puede ocurrir algo así?). Sólo después he sido capaz de profundizar en la noticia y ampliar la información consultando distintos medios de prensa escrita y digital.
Hoy expreso, en lugar de en prosa en verso, ese cúmulo de sensaciones y sentimientos (tristeza, indignación,…) que me ha provocado la noticia de la subasta de cinco vigas de la Mezquita de Córdoba en la sala Christie´s de Londres.

Córdoba en silencio llora
que un trocito han arrancado
de su corazón e historia,
de su tesoro preciado.

Cinco vigas se alejaban
llorando por su pasado,
extrañando su Mezquita
de la que las separaron.

Entre objetos de valor
en Londres las han subastado
y ahora serán propiedad
de algún rico adinerado.

Mientras las autoridades
de la tierra que dejaron
siguen sin mover un dedo
o con los ojos cerrados.


¿Cómo pueden permitir
que parte de nuestro pasado,
de nuestro gran patrimonio,
haya sido arrebatado,
que vayan de un país a otro
pasando de mano en mano?
No tengo gran esperanza
de que sea recuperado
pero, ¿darlo por perdido
sin siquiera haber luchado?

La Alhambra lanza un suspiro,
la Giralda hasta ha temblado.
Castillos y catedrales,
torres, murallas, palacios…
envían hoy a la Mezquita
un abrazo solidario.


Si tenéis unos minutos, os dejo aquí el enlace a unas imágenes de la Mezquita de Córdoba, patrimonio de la humanidad (es un reportaje de fotografías y video). Que las disfrutéis.

Las dos fotos de la torre y la fachada de la mezquita son propias.

viernes, 10 de octubre de 2008

Premio recibido, premio concedido

La encantadora Isa (Isablog) me ha otorgado el siguiente premio:
A todas nos encantan los blogs, donde en la mayoría de ellos sus objetivos son mostrar las maravillas y hacer amistades; hay personas que no se interesan cuando les damos un premio y de esta manera contribuyen a cortar esos lazos. ¿Queremos que se corten o que se propaguen? ¡Entonces tratemos de prestar más atención a ellos!
Así que este premio debemos entregarlo a 8 bloggeras que a su vez deben hacer lo mismo y poner este texto.

Muchas gracias, Isa. Es un placer aceptarlo con alegría (un poco sonrojada) y te agradezco que hayas pensado en mí entre las nominadas. Es la primera vez que me dan uno de estos premios, así que soy algo novata en este tema. Parece que “las reglas” son que debo publicarlo diciendo quién me lo ha concedido y entregarlo a otras ocho blogueras que, a mi criterio, se lo merezcan.
Va a suponer un reto doble: porque me da un poquito de vergüenza publicar lo del premio y porque me va a costar seleccionar a quiénes otorgarlo. ¿Y... tienen que ser todas blogueras?...
Lo positivo de dar un premio a un blog es que permite a otras personas que los conozcan y los visiten. Lo negativo es que “pones en un compromiso” a esas personas premiadas. Bueno, pues, ahí va…
Yo, por mi parte, OTORGO este premio proximidad (o “proximidade”) a las siguientes personas y blogs:

A Carmen y su Océano de Gondal que fue el primer blog que visité y que me despertó de nuevo el gusanillo de escribir.

A Selma que Desde su jaima nos conduce por lugares maravillosos y nos acerca a otras culturas.
A Mega que en sus Sueños en la memoria nos narra variados y estupendos relatos.
A En Tierra de Nadie en su Área de descanso, un buen lugar para el reposo o el paseo tranquilo.
A Malena y su Tintero de China que nos hace creer que se pueden cumplir los sueños.
A Esther, Tormenta, por transmitir emoción, aunque ahora está en un nuevo destino y no sé cuando volverá a publicar.
A Freia por sus Variaciones Goldberg, un lugar donde la música y la narrativa se unen en perfecta armonía.
A Corina (Espejismos), antes Soboro (Tres tristes tigres), que nos ha contado excelentes historias, aunque - por el momento - haya cerrado sus blogs... Sé que volverás.

Muchos besos a las premiadas. Todas vosotras os merecéis este premio y mucho más. Ahora podéis hacer con él lo que queráis: guardarlo sin más o publicarlo y continuar la cadena otorgándolo a otros bloggers.
He respetado que en el texto recibido decía “blogueras” y, por eso, son todas chicas.
Espero poder conceder otro día algún premio a los chicos blogueros, que conozco a unos cuantos que también se lo merecen de sobra.
Gracias a todos los lectores que hacen que se mantenga vivo el blog.


jueves, 2 de octubre de 2008

Estefanía Quesada, ¿abogado o abogada?

Mi amiga Estefanía acaba de obtener la licenciatura en Derecho. Esta tarde quedamos para merendar en una cafetería del centro. Entre sorbo y sorbo de café conversamos animadamente y me enseña ilusionada el modelo de tarjeta que ha encargado para darse a conocer. La miro y le digo enseguida:
- Me gusta el diseño y el tipo de letra pero, hay un error...
- ¿Qué pasa? - dice sorprendida - ¿Se han olvidado de la tilde en la i? ¿está equivocado mi número de móvil?
- No se trata de eso, simplemente que han escrito "abogado" en lugar de "abogada".
- ¡Ah! No, entonces no hay ningún error. Abogado es genérico y puede usarse igual para hombre que para mujer. Además da más credibilidad, suena a profesional de prestigio...
- No puedo creer que hables en serio. ¿Así vas a luchar por la igualdad de derechos de la mujer? ¿Sin usar el femenino para denominarte?

Entre tiras y aflojas y razones en pro y en contra, terminamos el café y el pastel, pagamos y salimos de la cafetería.
Hace una temperatura agradable y vamos hacia su casa dando un paseo por la calle peatonal.
En el camino pasamos por dos despachos de mujeres profesionales de la abogacía. Éstas son las placas:


Mi amiga vuelve a la carga con su teoría y yo intento rebatirla.

Cuando llegamos a su piso le digo:
- Vamos a mirar en la red, a ver qué es más correcto... Enciende el ordenador...
Consultamos el Diccionario de la RAE y el diccionario de Wikipedia y esto es lo que encontramos:
abogado, da.
(Del lat. advocātus).
1. m. y f. Licenciado o doctor en derecho que ejerce profesionalmente la dirección y defensa de las partes en toda clase de procesos o el asesoramiento y consejo jurídico.
MORF. U. t. la forma en m. para designar el f.
2. m. y f. Intercesor o mediador.
3. m. y f. Nic. Persona habladora, enredadora, parlanchina.
(Fuente de información: http://buscon.rae.es/draeI/ )
abogado
Sustantivo masculino
1 Experto en
derecho, acreditado con título universitario, que presta asistencia técnica jurídica aconsejando o defendiendo a alguna de las partes en un juicio.
Singular: Masculino: abogado - Femenino: abogada
Plural: Masculino: abogados - Femenino: abogadas
(Fuente de información: http://es.wiktionary.org/wiki/abogado )

Utilizamos el buscador de Google y aparecen varios resultados con la palabra "abogada" como:
la web de una abogada matrimonialista de Madrid, una noticia sobre una abogada del Tribunal de la Unión Europea, el blog de una abogada en Barcelona, una abogada de Derecho internacional en Argentina, los servicios de consultas a una abogada en Málaga...

Tecleo después "abogada tarjeta" y entre los resultados hallamos las siguientes:

¡Abogada! Ella que no y yo que sí.
¡Abogado! Ella que sí y yo que no.
Nuevo contraste de pareceres pero, ninguna logra convencer a la otra. Así que el asunto queda en tablas o empate técnico.
Una hora después, cuando llego a casa, Miguel me pregunta qué me ha pasado al ver mi expresión contrariada. Le relato lo ocurrido y nuestras discrepancias y termino preguntándole:
- Y tú ¿qué opinas?

Las dos placas de abogado "capturadas" son fotos propias.