En
este período de confinamiento, hemos tenido más tiempo para realizar
distintos tipos de actividades en casa y, también, para reencontrarnos
con nosotros mismos y mirar en nuestro interior.
Este poema corresponde a algunos de esos momentos vividos y sensaciones sentidas en los ratitos en la terraza durante los fines de semana de abril.
Silencio,
reina el silencio.
Canto de pájaros
a lo lejos.
Tomo el sol.
Leo un libro.
Desconexión.
Respiro, respiro.
Cierro los ojos.
Mundo interior.
Silencio,
no se escuchan ruidos.
De golondrinas los trinos
y algún murmullo lejano.
Tomo un libro.
Leo al sol.
Introspección.
Respiro, respiro...
Abro los ojos.
Paz interior.
(Chipiona, abril de 2020, durante el confinamiento en casa)
Muy bonito, hermana.
ResponderEliminarEs verdad que en estos días hemos tenido más tiempo para leer, reflexionar, escuchar a los pajaritos que hacía mucho tiempo que ya no se oían con el ruido de coches, gente,...
Gracias, me alegro de que te guste. Así es, hemos podido escuchar sonidos habitualmente silenciados con los ruidos de voces, coches, motores... y es bueno encontrar ese tiempo y lugar para la desconexión y encuentro con nuestro propio yo.
EliminarMuy bonito!!! Y una gran realidad, hemos podido hacer cosa que en circunstancias normales, no hemos podido. Hay que valorar cada momento.
ResponderEliminarGracias, prima. Vivir cada momento lo mejor posible. Menos mal que me has dicho lo del comentario... si no, no sabría de quién es porque no pone nombre. Je, je.
ResponderEliminarQué gusto volver a reencontrarte por aquí...qué gusto...paz interior...ese estado mágico como no hay otro...un gusto volver a tu casita.
ResponderEliminarAbrazotedecisivo Luisa
Muchas gracias por tus bonitas palabras. Yo también me alegro mucho de verte por aquí, Sara. Un beso.
Eliminar