- Mamá, cuando sea grande, yo quiero dibujar una estela en el cielo como ese pájaro.
- Hijo mío, eso no puede ser. Tú podrás planear y hacer piruetas en el aire, pero no dibujarás ninguna estela.
- Mamá, cuando deje este nido, yo quiero viajar muy lejos y conocer otros países como ese pájaro.
- Hijo mío, eso sí que podrás hacerlo. Tú volarás junto a toda la bandada para buscar otro país más cálido donde pasar el invierno.
- Mamá... Y ¿cómo se llama ese pájaro?
- Hijo mío, ese pájaro tan grande, que vuela tan alto, que dibuja estelas en el cielo y que viaja tan lejos, se llama... avión.
Moraleja:
¡Elige bien a quién admiras! ¡Cuidado con los ídolos de barro (o de metal, en este caso)!